Conseguir que la madera tome la curvatura exacta no es fácil.. Es un material vivo que puede reaccionar de madera diferente a la misma técnica, así que siempre existe un componente imprevisible frente al que el artesano contrapone su experiencia e ingenio. Del mismo modo, el azar también curvó las trayectorias vitales de Carlos García , Manolo Triviño y Antonio Lucena hasta que se cruzaron en el punto exacto: hace dos años en Málaga, su ciudad natal.
<< Los tres nos conocemos desde que éramos adolescentes. Habíamos tocado juntos en bandas, habíamos hecho fanzines... compartimos valores y estilos de vida. Y en ese momento coincidió que los tres nos quedamos sin trabajo>>, resume Antonio. Hasta ahí, el azar. El resto es obra de la voluntad de estos jóvenes que siempre se han movido en el mundo de la cultura urbana en Málaga. <<No podíamos quedarnos de brazos cruzados esperando a que alguien nos solucionara la vida, así que decidimos hacerlo nosotros>>, añade.
Después de <<robarle incontables horas al sueño>> y analizar decenas de posibilidades para montar un negocio, de repente, un día surgió <<la idea>>, clara y nítida: GAFAS DE SOL DE MADERA. Un producto innovador y arriesgado en el que Carlos y Manolo -que vienen del mundo de la artesanía y el diseño respectivamente-, volcaron su saber hacer. Antonio, licenciado en Psicología, se hace cargo de los temas de calidad, acabados, sostenibilidad y logística.
Dos años después de aquella decisión, las gafas de sol de LAVETA EYEWEAR ya están en el mercado.
Tres modelos bautizados con nombres muy malagueños (Terral, Poniente y Salitre) que, gracias a las distintas maderas (zébrano e iroko) y acabados posibles (natural o vintage), proporcionan nueve alternativas diferentes. Ya pueden comprarse en la web de la empresa y están empezando a comercializarse en ópticas y tiendas de ropa "streetwear" de España y Portugal. << Nuestra idea es no sobrepasar los veinte puntos de venta en España para mantener el carácter exclusivo de nuestro producto>>, explica Manolo Triviño. Ciudades Europeas como París o Londres están en el punto de mira de estos emprendedores.
¿Por que hacer gafas de sol? Los fundadores de Laveta confiesan razones sentimentales: <<Si hay algo con lo que estamos familiarizados los nacidos en Málaga es con el sol. Nuestro estilo de vida esta muy basado en el aire libre, en estar en la calle, por eso nos gusta que somos expertos en sol>>, confiesan. ¿Y por que la madera? La originalidad, la estética y el carácter artesanal no son las únicas ventajas que aportan el material. << Lo que mas sorprende a la gente es su ligereza: pesan 20 gramos>>, afirman.
El producto se fabrica, desde el principio hasta el final, en una pequeña nave del polígono Guadalhorce. Rodeados de mayoristas chinos, los tres jóvenes que forman esta empresa reivindican el "made in Málaga", el trabajo artesanal y el respecto por la Naturaleza. Cada par de gafas necesita una semana de trabajo. <<Podríamos tomar atajos, pero el producto no sería igual>>, apuntan. En el complejo proceso que han seguido estos dos años hasta llegar al producto final, consideran <<fundamental>> la colaboración y el asesoramiento de la óptica Tati Martinez, del Centro Óptico Andrómeda.
Piezas únicas
<<La revalorización de la artesanía tradicional constituye uno de los pilares fundamentales de Laveta. Un producto artesanal es un producto manufacturado empleado un extremo cuidado y celo, lo cual da como resultado un proyecto, seria inviable recurriendo al modo de producción en serie>>. afirman. Y no sera porque no les han tentado: más de un importador les ha ofrecido gafas de madera "made in China" para ponerles el sello de Laveta, pero eso <<no es lo que queremos hacer>>, sentencian.
El material elegido abundan en exclusividad. <<Del mismo modo que no existen dos personas iguales, no hay dos piezas de madera iguales. Nuestras gafas son piezas únicas hechas a partir de madera macizas seleccionadas. Sus vetas son sus huellas dactilares>>, advierten los fundadores de Laveta. La obsesión por este material llega hasta el "packaging" del producto que incluye una original caja plegable.
La sostenibilidad es un valor <<irrenunciable>> para Laveta. Porque la madera es un material natura, pero eso no garantiza que el producto final sea sostenible. Por ello la empresa renuncia a utilizar productos tóxicos o contaminantes y adquiere la materia prima a proveedores que cumplen el Código de Buenas Prácticas Medio Ambientales.
Fuente; diariosur.es
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